#COVID_Nicaragua_Cosas_para_pensar
COSAS RARAS DEL COVID19 EN NICARAGUA
Desde que se declaró el primer caso de COVID19 en Nicaragua,
y junto a la inercia del gobierno de señalar cual sería la estrategia de
Nicaragua ante la pandemia, todo lo contrario se incentivó la participación de
la población en eventos masivos, incluyendo hasta una “bienvenida” al virus,
que se transformó en mortal participación para muchos de los asistentes.
Unos días antes, un grupo de ciudadanos preocupados por las
noticias mundiales sobre el virus crearon el Observatorio Nicaragua, organismo
compuesto por epidemiólogos, estadísticos, especialistas web y en medios de
comunicación y redes sociales, y comenzaron a llevar registros de los casos de
contagio y de las muertes.
Desde esa fecha a la actualidad han revisado unas tres o
cuatro veces sus bases de datos, ajustando los números hacia arriba, siguiendo
su estrategia de recolección de datos, muy sui generis, ya que se basa en los
rumores que se esparcen en las redes sociales, los cuales son “confirmados” por
ellos haciendo cruces de segmentación de usuarios de las redes, muy
seguramente; hasta culminar en la separación de datos entre los que ellos
confirman y los que publica el MINSA, y actualmente hacen la distinción entre
los casos de neumonía típica y sospechosa. De manera tal que no se puede
comparar un dato del día de hoy con datos acumulados desde el primer día, porque
todos los datos han sido reajustados, a menos que se carguen totalmente todas
las series de datos constantemente.
En base a estos datos, se ha declarado que Nicaragua tiene
una de las incidencias más pavorosas del mundo, acumulando actualmente 7,402
reportes, con un total de 1,954 muertes sospechosas (entiéndase COVID19), lo
cual nos da un índice de fatalidad de 26.4 % de muertes del total de casos
reportados. Este es el segundo peor índice de un total de 188 países,
protectorados y reinos registrados por la Universidad Johns Hopkins (UJH), solo
detrás de Yemen, con el 26.6 %.
Cosas que llaman la atención.
Ante la inercia del gobierno para señalar la estrategia
epidemiológica a seguir, el pueblo nicaragüense comenzó a investigar y a poner
en práctica cuantas cosas han aparecido en la WWW y en las redes sociales,
algunas, medidas efectivas, otras, folclóricas y otras más definitivamente
letales (ingerir cloro y desinfectantes caseros). Entonces, si el pueblo se
está protegiendo, cómo es que hay semejante cantidad de casos mortales? Muchos
aducen que se tratan de sapos y otros epítetos verdaderamente ofensivos, pero
según los casos relevantes, ni siquiera se acercan al 25 % de los muertos, por
lo que se debe aceptar que el 75 % restante lo son los ciudadanos que no
piensan como el régimen, y que se están protegiendo, no solo como una necesidad
sanitaria, sino como una muestra de desafío y de rechazo al gobierno. Entonces
surge la primera pregunta: por qué es así que se presentan estos datos?,
Si observamos los datos de la UJH, veremos que en los países
que acumulan una fatalidad de más del 10 % de los casos positivos están Bahamas,
Bélgica, Francia, Hungría, Italia, México, Holanda, España, Reino Unido y
Yemen, siete países europeos, uno árabe, uno latinoamericano y uno del Caribe.
Los países europeos, México y Yemen nos superan en población, producto interno
bruto y gastos sanitarios en relación al PIB, y los europeos nos superan
ampliamente en tradición académica, bastará echar un vistazo a las estadísticas
del Banco Mundial. Y nos superan por varias veces la unidad, es decir, que a
pesar de todas estas grandes ventajas comparativas, ninguna de ellas ha
significado la diferencia para contener el COVID19. Entonces surge la segunda
pregunta: qué estamos haciendo mal en Nicaragua?
Analizando las cifras que presenta el WorldBook de la CIA,
quien dudará de los datos que esta gente es capaz de recolectar, verdad?,
Nicaragua se encuentra en la cola en este grupo de países. El producto Per
Cápita (PPC) de Nicaragua es el más bajo de todos ellos, de 6 a 8 veces más
bajo. Entonces, tampoco el PPC marca una diferencia en el índice de fatalidad
del COVID19. El virus ataca a países ricos por igual. Entonces solo quedó por
revisar el Índice de Pobreza. En este grupo, sólo México nos supera con un sin
igual 46 % contra el 30 % de Nicaragua. Los demás países tienen índices de
pobreza de lujo, del 9 al 15 porciento de la población se encuentra en pobreza,
el informe no aclara si es pobreza extrema o la línea de pobreza general.
Entonces surge la tercera pregunta: qué está mal en los datos que consumimos en
Nicaragua, o los datos del mundo son los que están mal en relación con
Nicaragua?
Finalmente, la distribución geográfica tampoco juega un
papel decisivo, ya que si bien es cierto que siete de los países son europeos,
con condiciones geográficas y climatológicas muy parecidas, también los otros
tres países rompen el paralelismo.
Es muy importante que aclaremos estas dudas, porque en
general, las preguntas generan grandes inquietudes dentro de la población.
Quien tiene la razón? Se está haciendo un manejo político de la crisis? Los
especialistas están interpretando mal los datos?, Estamos condenados a morir
irremediablemente? Nos están contagiando y somos víctimas de una guerra
microbiológica contra Nicaragua?
Según estudios realizados en los países de la Unión Europea,
el COVI19 no presenta un patrón epidemiológico determinado. Estas dudas
planteadas aquí son las mismas interrogantes que ese estudio analizó, y no
encontró un modelo a seguir, porque ninguno de los datos se ajusta a tendencias
lineales o logarítmicas, y su módulo de correlación siempre es mayor que cero,
con correlaciones muy débiles estadísticamente hablando. Nicaragua no es la
excepción a los resultados de dicho estudio.
Según los medios de información, la población está muriendo
por el COVID19, y el gobierno tiene toda la culpa de todos los males. Cuál es
la verdad?
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