El futuro de Nicaragua

Me ha llamado poderosamente la atención la intención de muchos nicaragüenses de encontrar una solución, y más que solución, al menos en este momento, una salida a la crisis. Esto es un pensamiento común en el pueblo nicaragüense, pero la solución, y la consecuente salida, no es tan sencilla como pensamos, si no tomamos en cuenta algunos factores importantes.

ASPECTOS DEMOGRÁFICOS
En primer lugar, se hará un análisis de la curva demográfica de Nicaragua, tomando los datos disponibles en el Banco Mundial, al año 2018 contrastándolos con los períodos históricos que ha vivido el país en los últimos 90 años.
Así, se consideran tales períodos históricos los siguientes:

La Dinastía de los Somoza: un modelo agroexportador, basado en el fortalecimiento de los capitales nacionales, donde los primeros lugares estaban reservados para miembros, parientes y allegados de la Familia Somoza, como los Somoza Debayle, los Somoza Portocarrero, los Sevilla Somoza, los Somoza Urcuyo, los Debayle Sacasa y los Pallais Debayle, y paralelamente los principales capitales conservadores y de otros liberales, oriundos los unos de la burguesía de Granada y los otros de la burguesía de León. Sin embargo, La notoriedad de las identidades regionales y de linaje en torno de las ciudades de Granada y León no debe soslayar la existencia de equivalentes estructuras de parentesco en otras regiones del país: los Talavera en Rivas, los Picado en Matagalpa, los Baltodano en las sierras próximas a Managua, los Tablada en Chontales, los Guevara en Río San Juan, los Jarquín en Ocotal, etcétera, hasta llegar a los Pellas, los Ortiz Mayorga, Coen, Montealegre.
En un extenso artículo escrito por José T. Mejía "¿Descendiente de conquistadores?" se cita una larga lista de apellidos que dan origen a la gran mayoría de capitales de Nicaragua:
Paz y Quiñones [Tesorero Real Caja de León / 1753 en León] 
Ruiz Lugo [pobladores de Nandaime 1601 / “mulatos”] 
Mayorga [1610 en León] 
Ocón y Trillo [hacia 1603 Gobernador de Costa Rica//1615 en Granada]
Cisneros 
Méndez de Sotomayor [Contador Real Caja de León] 
Villagra [1613­1618 Gobernador de Nicaragua] 
Abrego [hacia 1620] 
[Díaz de] Tinoco [1621 en León? /1778 en la Nueva Segovia] ramas en Costa Rica y Guatemala 
Fuenmayor  [Tesorero y Contador Real Caja de León] 
Ugarte [1623 Alcalde Mayor Chiapas // hacia 1640 en Granada // 1785 en Rivas] 
Aguiar [c.1630/40 en León] 
de la Madriz Paniagua  [c.1630 en el Realejo/ Canón.1707 y 1789 / luego en León] 
Rugama [1632 en Na.Segovia // 1624 Alc.M. minas de Tegucigalpa] 
Núñez [­Temiño] 20º obispo de León: 1633+1639 
del Castillo Guzmán [1633­1635  Gob.de Nic.// antes 1618­1624 de C.Rica] 
Vargas? [1635 Canónigo de León] 
Jiménez de Zúñiga? [1635 Canónigo de León] 
López [Cont.R.Caja de León c.1590? // 1753 en Na.Segovia] 
López Rubio [1637 Canónigo de León] 
Tejera? [1640 Canónigo de León] 
Ordóñez [de Villaquirán] [c.1643/1660 ¿en León? // Canónigo 1669] Jiménez de Luna [1643 Canónigo de León] 
Girón de Alvarado [1643 Granada/ Corregidor de Matagalpa 1647 / 1682 Canón. / 1721­24 obispo de León] 
Zapata [1644­1647: Contador Real Caja de León]  y Ramiro Corajo de Costa Rica 
Gil [de Palacios] (1647: Tesorero Real Caja de León) 
Avilés [hacia 1650 en León / hacia 1790 en Granada] 
Narváez [hacia 1650 en León] 
Gavarrete [hacia 1650/60 en León / 1728 Arcediano]   ¿de Guatemala? 
Vidaurre [hacia 1650 a Nicaragua / Canónigo 1728] 
Carrión [1652:Tesorero Real Caja de Cartago//1654 a Nicaragua] 
Salazar [de Costa Rica // 1787 en León // en la Nueva Segovia] 
Berrío [1747 Canónigo, 1758 Maestresc.,1765 Arcediano] 
Valbuena [de Jerez/Fr. / c.1660 en León?] 
González Calderón [Oficial Real Caja de León ¿ext.?//1764 en la Nueva Segovia] 
Hurtado y Plaza [1667 en Granada, luego en Rivas]
Carranza y Coronado [c.1660 en León / Canónigo 1751] ¿del Gobernador De Honduras? 
de la Serna 
Altamirano de Velasco 
Luna Arellano 
[Niño Ladrón de] Guevara 
Calvo de Lara  [hacia 1660 en León?] 
Sarria [hacia 1660/70  en León] 
Toruño [hacia 1660/70 en León] 
Tercero [hacia 1660/70 en León] 
Montalvo [hacia1660/70 en León 
Martínez de la Cuesta [hacia 1660/70 en León] 
Valdés [1665/66 y 1679: Corregidor de Subtiava] 
Hurtado de Mendoza [1667 en Granada] 
Castro [1672 Canónigo / 1725 en León] 
Arce [c.1672­1685 Ayudante Castillo de la Concepción] 
Alzayaga?  [1679 Corregidor de Sébaco y hacendado] 
Salguero [c.1680] 
Saavedra [hacia 1680] 
Lara [1680 y 1744 Canónigos de León] vid. Calvo de Lara, antes 
Losada Somoza [1682 Gobernador de Nicaragua] 
Güendell 
Argueta 
de la Cerda [1684 vecino de El Realejo] 
Valero del Corral  [1687 Encomendero de ¿Diriomo?] 
[Alemán]   Encomenderos del Diriá 
Guerra  [1708 Canónigo de León / en Rivas / 1790 en Carazo] 
López de Andrávide [Contador Real Caja de León] 
Torres  [¿obispo 1661­65?] 
Castellón 
Vilches y Cabrera 
Díez de Velasco [hacia 1670 en la Nueva Segovia?]
Juárez [hacia 1680 en León] 
Largaespada 
Vaca [1690 Corregidor de El Realejo / 1753 en León] 
Centeno [hacia1690 en la Nueva Segovia?] 
Casanova? [hacia 1690] 
Somarriba [1695 / 1755 Canónigo de León] 
Nóvoa  [1696 en León / 1731 Canónigo] 
[Cieza]

Es en base a este modelo que se fortalece el sistema político de la Dinastía Somocista, que le permitió dirigir los destinos de Nicaragua desde 1934, con la muerte del General Augusto C. Sandino, hasta el año 1979, en que la dinastía es derrocada por el Frente Sandinista de Liberación Nacional.
En base al análisis de los datos del Banco Mundial, se puede decir que un 14.07 % de los hombres y un 17.12 % de las mujeres son mayores de 45 años y nacieron bajo la dinastía de los Somozas. Esto suma un 14.63 % de la población, para un  total de 946,200 personas. Podemos afirmar que, políticamente, todas estas personas pertenecieron de una forma u otra a los diferentes estamentos del sistema político, económico y social del somocismo. 
En este grupo se debería considerar que de la población de entre 55 y 70 años, en un porcentaje que no sería mayor de un 25 %, es decir uno de cada 4 personas, fueron atraídas por la lucha del FSLN desde 1956 hasta 1979 en los diferentes escenarios en que se plantearon los conflictos bélicos y sociales. Esto nos daría una base inicial de aproximadamente 278,000 personas que deberían ser extraídas del grupo y agregadas al cálculo del período de la Revolución Sandinista.

El período de la Revolución Sandinista. Este período está comprendido entre los años 1979 (julio) y 1989 (diciembre) y comprende los años de gobierno del sandinismo. Para los nacidos en el período sandinista, es decir un período de 10 años y medio aproximadamente, este grupo incluiría a los menores de 42 años y los mayores de 31 años. Esto significa un 18.52 % de los hombres y un 20.19 % de las mujeres, un total de 19.37 % de la población, para un total de 1,252,200 personas. Sin embargo, aquí es necesario aplicar una nueva reducción. Se sabe que la base dura del sandinismo ha sido, históricamente, de un 38 %. Eso nos indica que unas 475,800 personas se agregarían a la base sandinista.
Este período se caracterizó por una intensa reforma socio económica, donde se pretendió empoderar a la inmensa mayoría campesina y a los obreros de las ciudades, en cuanto al control de las unidades de producción, un mayor acceso a los beneficios sociales y económicos, incluyendo a veces el irrestricto acceso a recursos públicos, en abierta violación a los parámetros financieros que se debían observar dentro de la economía, y una ominosa confiscación y expropiación de bienes privados para ponerlos en manos de los obreros y campesinos, con lo cual se estaba dañando la economía patrimonial heredada por las familias pertenecientes al modelo somocista.
No se puede afirmar que toda la población abrazó los principios políticos del sandinismo en este período, de forma tal que mantuvieron y conservaron sus propias ideologías de manera solapada la mayor parte de las veces, a fin de garantizar su seguridad personal.
En este período, el gobierno enfrentó la oposición de estos campesinos, quienes apoyaron al movimiento armado conocido como La Contra; los contrarevolucionarios se enfrascaron en una lucha militar contra el régimen que se quería consolidar. Esto nos demuestra claramente que no toda la gente era sandinista y que seguían conservando sus principios políticos heredados de la dinastía somocista.

El período Neo Liberal: La oposición armada no triunfó rotundamente, pero logró  firmar un armisticio con el gobierno sandinista, gracias a la labor de algunos relevantes políticos centroamericanos, entre los que podemos contar a Vinicio Cerezo, de Guatemala, y a Oscar Arias Sanchez de Costa Rica, en lo que se conoció como el Acuerdo de Esquipulas. Esto trajo como principal consecuencia que el período presidencial de Daniel Ortega se recortara, y que se planificaran elecciones generales para enero del 1990, con la toma de posesión prevista para el mes de abril de 1990, iniciándose así el período Neo Liberal, el cual  cubrió tres periodos de gobierno: la presidencia de Violeta Chamorro, de Arnoldo Alemán y de Enrique Bolaños Geyer. 
Este período se caracterizó por una marcha atrás de todos los hechos jurídicos que se pusieron en práctica durante la Revolución Sandinista, y por una lucha para volver la economía al rumbo de los años 70's. Además, se procuró fortalecer el sistema de partidos políticos y quitar peso al partido FSLN, "heredero de la Revolución Sandinista".
Durante los primeros cinco años se logró hacer bastante en alcanzar estos objetivos, sin embargo, a partir del año 1990 el FSLN acuñó la frase "gobernar desde abajo", para definir su estrategia política, la que consistió, básicamente, en aprovechar todos los espacios políticos y sociales que tuvo a su alcance, para ir articulando una pausada, aunque no menos violenta, toma del control del poder en todas las formas de manifestación del gobierno del Estado.
Así, el FSLN, con su 38 % de votos, logró realizar negociaciones en la Asamblea Nacional, para ir dominando paulatinamente el control de este Órgano del Estado, desde el cual comenzó a proyectar la toma de los Poderes Electoral y Judicial, como forma de alcanzar el control del Poder Ejecutivo en cualquier momento, ahora por "medios pacíficos".
La gran oportunidad se le presentó con la presidencia del Dr. Arnoldo Alemán Lacayo, quien se caracterizó por una conducta de ratería en las arcas del Estado, lo cual permitió que se le acusara de delitos que lo tuvieron al borde de la cárcel y que, hasta el día de hoy, no ha podido considerarse completamente libre. De igual manera, la familia Montealegre cayó en la misma trampa de corrupción, lo que llevó a juicio a uno de sus miembros, y contribuyó a destruir las aspiraciones políticas de Eduardo Montealegre. La toma del poder se completó cuando el Consejo Supremo Electoral, gracias a un pacto entre el PLC y el FSLN, aprobó la victoria electoral de cualquier candidato primeramente con el 45 % de los votos válidos, y finalmente con el 40 %, lo que le dio el triunfo a Daniel Ortega en los comicios del 2006.
Finalmente, el FSLN logró hacerse con el control de los cuatro poderes del Estado de manera mayoritaria y en algunos de forma absoluta.
Durante este período nacieron el 25.17 % de los hombres y el 24.11 % de las mujeres del país, para un promedio de 24.63 % equivalentes a 1,592,500 personas. Considerando el citado porcentaje de base del FSLN, se deberá aceptar que la fuerza política del FSLN en este grupo poblacional es de aproximadamente unos 605,160 personas.
Por el lado de los partidos políticos, desde la conformación de la Unión Nacional Opositora, UNO, que llevó al gobierno a Doña Violeta Barrios de Chamorro, hasta la fecha, los partidos políticos de Nicaragua han sufrido de fragmentación, luchas internas y ausencia de una voluntad política de unidad nacional real y verdadera. Aprovechando el control del Poder Electoral, el FSLN ha ido eliminando a los partidos políticos minoritarios, para constituir un sistema bipartidista, pero con el control absoluto por parte del FSLN.

El Gobierno Danielista: En las elecciones del año 2006 todas las condiciones estaban preparadas para que Daniel Ortega retomara el poder, por tanto, no fue una sorpresa que las ganara con un amplio margen, y obtuviera de paso una adecuada posición en la Asamblea Nacional, sin embargo, tuvo que recurrir al juego de los pesos y contrapesos, y a extorsionar al Dr. Alemán y al Lic. Montealegre, para lograr la mayoría necesaria para ir completando su programa de reformas. Así, aprovechando una reforma electoral y de la Constitución Política, se recetó un segundo y un tercer período, el más nefasto de todos, porque llevó como fórmula vice presidencial a su esposa, Rosario Murillo.
Este período que se extiende del 2007 a la fecha, por 14 años, se ha caracterizado por una fuerte presión económica para marcar un desarrollo económico medido sobre la base de los planes de inversión pública, una fuerte actividad en la ejecución de la agenda social, caracterizada por el clientelismo político en base a la donación y/o "venta" de bienes muebles e inmuebles, materiales y accesorios para vivienda, paquetes sociales y apoyo productivo a grupos clave, y un modelo de negociación o concertación con la empresa privada, la cual accedió de buena gana a participar de los dividendos que el gobierno le transfería. Este modelo se rompió cuando Daniel Ortega se lanzó para un tercer período presidencial consecutivo, y la empresa privada comenzó a tomar distancia del gobierno.
Este tercer período también se caracteriza por marcar un antes y un después en la conducta política del pueblo nicaragüense. El 18 de abril del 2018, a los 15 meses de gobierno, la población, principalmente con los jóvenes universitarios y de los barrios al frente, se lanzó a realizar demandas en contra de una serie de disposiciones administrativas y fiscales que afectaban, entre otros grupos sociales, a los jubilados del INSS. Durante los siguientes 43 días, Nicaragua vivió manifestaciones multitudinarias que reclamaban la salida inmediata del dictador Ortega y sus allegados. El 30 de mayo de 2018, durante una de las marchas, elementos paramilitares masacraron a los participantes de la manifestación, llenando de luto y de dolor un día tan apreciado por todos los nicaragüenses, el día de la madre nicaragüense. Las acciones paramilitares se extendieron hasta más allá del mes de octubre de 2018.
Durante estos últimos 14 años, han nacido el 43.15 % de los hombres y el 39.63 % de las mujeres, un promedio del 41.37 % de toda la población, lo que representa a 2,674,570 personas. Estas personas no tienen derecho al voto, por ser menores de los 16 años, no cuentan con cédula y en su gran mayoría son estudiantes. Este grupo poblacional representa el reducto de cambio de la sociedad nicaragüense, la reserva estratégica que va a impulsar los verdaderos cambios en la sociedad. Por eso es sumamente importante iniciar la correcta educación política de este grupo, a fin que se vayan enrumbando en la senda de la democracia.

En síntesis, se puede afirmar que la población de Nicaragua, desde los años 1934 a la fecha ha estado influenciada por las ideas políticas del somocismo, que los dos períodos conocidos como la Revolución Sandinista y el Gobierno Danielista son manifestaciones antagónicas de los mismos grupos políticos nacidos bajo la Dinastía de los Somoza, que han querido establecer una "tercera vía" como forma de darle un cambio de timón a la historia política, pero que en el fondo contienen la misma ideología política que se incubó desde ese entonces, que los partidos políticos tradicionales han mantenido las actitudes prebendarias que se conocieron en el pasado, y que la juventud que todavía no decide los destinos políticos de la nación puede convertirse en la reserva estratégica de la democracia en el país, para cambiar los modelos y esquemas políticos existentes.
El análisis demográfico nos dice que aproximadamente unos  2,431,880 ciudadanos nicaragüenses no comparten la ideología política que el FSLN quiso implantar en Nicaragua, como variante de forma, no de fondo, al modelo somocista. También el análisis nos dice que la fuerza política del FSLN es de no más de 1,359,070 personas, pero que gracias a los trucos que el FSLN ha realizado en los años que ha detentado el poder, ha logrado imponerse a la gran mayoría de la población que no sigue esos principios. Finalmente, el análisis  nos dice que el grupo estratégico lo constituyen los jóvenes menores de 16 años, unos 2,674,570 personas, los cuales, en el año 2036 tendrán entre 16 y 32 años con capacidad plena para votar. 

EL SISTEMA POLÍTICO DE NICARAGUA

Para comprender mejor el sistema político que impera en Nicaragua se hace necesario revisar varios aspectos fundamentales, entre los cuales destacan varios artículos de la Ley Electoral, y los movimientos políticos y partidos después de los sucesos de 2018. Esto determinará las ventajas y desventajas de la participación partidaria en el cambio social de Nicaragua actualmente.
Procurando mantener la secuencia que está dispuesta en la Ley Electoral, analizaremos primeramente lo relativo a los partidos políticos, contenido en el Título V de la Ley Electoral

Los Partidos Políticos

En el Título V de la Ley Electoral se dispone todo lo relacionado al funcionamiento de los partidos políticos. Así, encontramos la descripción de deberes y derechos, la constitución de los partidos políticos y lo relativo a la cancelación y suspensión de la personalidad jurídica de los partidos políticos. Para lo que nos interesa, profundizaremos en la constitución de los partidos políticos.
El Artículo 65 define los requisitos que deben cumplir los interesados en constituir un partido. Todos los requisitos son de carácter obligatorio:
1) Escritura Pública en la que se constituye la agrupación política;
2) El nombre del partido que desean constituir, y el emblema que lo diferenciará claramente de los demás partidos políticos legalmente existentes.
Aquí se destaca que ningún partido político o alianza de partidos podrá utilizar los colores de la Bandera Nacional en sus símbolos o emblemas partidarios, así como utilizar los nombres “Nicaragua” o “Patria”, o utilizar la Bandera, el Escudo y sus colores los símbolos patrios de la República de Nicaragua. Como vemos en este artículo, los emblemas del movimiento democrático no podrán ser utilizados como emblemas de partido.
3) Los principios políticos, programas y estatutos del mismo;
4) El patrimonio;
5) El nombre de su representante legal y su suplente;
6) Constituir Directivas Nacionales con un número no menor de nueve miembros;
7) Constituir Directivas Departamentales y de las Regiones Autónomas conforme a la División Político Administrativa, con un número no menor de siete miembros;
8) Constituir Directivas Municipales, con un número no menor de cinco miembros, en todos los municipios del país; y
9) Las Asambleas donde se elijan las Directivas a que se refiere el presente artículo, deberán ser verificadas por un representante del Consejo Supremo Electoral, debidamente nombrado para tal efecto.
Estos artículos imponen como necesario que el futuro partido cuente al menos con un total de 893 miembros nombrados en los cargos directivos, los cuales no pueden ser repetidos, aunque residan en el mismo departamento. También llama la atención que las asambleas deben ser verificadas por un representante del CSE, para dar fe de la idoneidad de los asamblearios y del proceso de elección (evitar las portátiles).
El Artículo 77 del Título VI, de la presentación de candidatos, establece que los candidatos deberán ser presentados 12 meses antes de la fecha de elecciones generales, y 6 meses antes de las demás elecciones. Esto determina que el tiempo para seleccionar el candidato a presidente y vicepresidente, Diputados propietarios y suplentes de la Asamblea Nacional y Diputados propietarios y suplentes para el Parlamento Centroamericano por parte de los movimientos democráticos se vence el 7 de Noviembre de 2020, es decir, que quedan poco más de cuatro meses (132 días) para tener seleccionados todos los candidatos por parte de la Coalición Nacional.
Para participar en todas las elecciones generales, la Coalición Nacional deberá escoger un total de 222 candidatos, entre propietarios y suplentes, todos ellos debidamente aceptados por la Dirección General de Atención a Particos Políticos del CSE.

Reformas Electorales

Se ha dicho por parte de la Coalición Nacional, y por cada uno de sus miembros de forma individual, que se necesitan reformas electorales para poder participar en las elecciones del 2021. Consideramos que esto efectivamente deberá ser así, para ajustar los elementos de control que están insertos en la Ley Electoral y que sirven de mordaza para los partidos políticos en general.
Además, por estar supeditada la Ley Electoral a la Constitución Política, cualquier reforma a la Ley Electoral podrá, como generalmente ocurre, determinar reformas a algunos artículos de la Constitución Política. Por tanto, se debe reformar también la Constitución Política.
Esto nos remite a la Constitución Política de Nicaragua, para determinar la ruta de una reforma constitucional.
La Constitución, en su TÍTULO X - SUPREMACIA DE LA CONSTITUCIÓN, SU REFORMA Y DE LAS LEYES CONSTITUCIONALES, en su CAPÍTULO III - REFORMA CONSTITUCIONAL, y en sus artículos 191, 192, 193, 194 y 195 establece lo relativo a las reformas.
Así, lo primero que encontramos es que cualquier reforma parcial debe ser discutida en dos legislaturas. Esto significa que el proyecto de reformas debe ser presentado este año, discutido preliminarmente antes de diciembre, y luego, el próximo año, vuelto a discutir para que sea aprobado y se tenga como reforma. La primera discusión requiere de al menos sesenta días para cumplir con el trámite. Si el último día de sesiones de la Asamblea Nacional puede estar previsto para el día 27 de noviembre de 2020, esto significa que se deberá presentar el proyecto de reformas constitucionales a más tardar el 28 de septiembre de este año. Por tanto, nos encontramos a 92 días para redactarlo y presentarlo a la Secretaría de la Asamblea Nacional.
Aquí se debe cumplir que la iniciativa de reforma parcial corresponde al Presidente de la República o a un tercio de los Diputados de la Asamblea Nacional. Esto impone una limitante en cuanto a la voluntad política del Presidente para introducir el proyecto, o que pueda contar con un tercio de diputados que lo presenten, es decir, con 30 diputados. Los partidos de oposición cuentan con 21 diputados.

Los movimientos políticos después del 2018

Después del levantamiento popular de abril de 2018 y de los trágicos sucesos que se continuaron hasta el mes de octubre de ese año, en los cuales perecieron más de 350 personas, ha quedado conformado un sistema político atípico, que no estaba previsto en Nicaragua desde los años 2004, como respuesta a la candidatura de Herty Lewites Rodríguez a la Alcaldía de Managua, la cual ganó con un movimiento de suscripción popular (SOL). Las candidaturas de suscripción popular quedaron abolidas.
A partir del año 2007, como se mencionó anteriormente, se ha venido fortaleciendo un sistema bipartidista, eliminando las personerías jurídicas de los partidos que no han obtenido más del 4 % de votos válidos en las elecciones que se han sucedido.
Como resultado de la preparación del primer Diálogo Nacional, que se realizó el 27 de febrero de 2019, la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) hizo un llamado a los sectores organizados, siendo convocados el Sector Privado (COSEP, AMCHAM, FUNIDES, UPANIC), las ONGs (Movimiento de Mujeres María Elena Cuadra y Movimiento Autónomo de Mujeres), el Movimiento Campesino y los estudiantes (6 movimientos que surgieron entre los acontecimientos por la quema de Indio Maíz y la represión de abril). Esto dio origen a la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia. Todos los representantes de los gremios convocados son prominentes figuras de la iglesia Católica, aunque en el caso de las mujeres hay temas en los cuales la Iglesia no concuerda, pero representan al 51 % de la población de Nicaragua.
Una demanda que se ha puesto de manifiesto en la ACJD es que se tiene que ir a elecciones, que Daniel Ortega debe renunciar, que se tienen que realizar reformas a la Ley Electoral y se tienen que cambiar a todos los Magistrados del Consejo Supremo Electoral. Los miembros de las demás organizaciones del CSE deberían ser cambiado conforme lo que establezca la nueva ley electoral.
Actualmente, ante la imposición de la realidad, los movimientos políticos han llegado a la conclusión que se deberán presentar a elecciones como parte de alguna fuerza política (partidos), que ya cuentan con personería jurídica. Sin embargo, la realidad dice que los principales partidos que apoyan se encuentran en tales problemas internos que fácilmente van a ser manipulados por el gobierno, como parte de la campaña de desmontar el auge de la democracia en Nicaragua.
Las organizaciones que responden al llamado de la democracia presentan también problemas internos de fraccionamiento, otro de los males de los partidos políticos, la falta de liderazgo, la ambición de los dirigentes a permanecer en los cargos indefinidamente, y sobre todo la ambición de los mismos para ser candidatos a presidente y vicepresidente o a los demás cargos de elección.
Esta misma situación se vivió en el año 1989, cuando la totalidad de la oposición se enfrentó al FSLN, pero que no fue sino hasta los últimos meses de la campaña que quedó definida la candidatura de Doña Violeta, gracias a los esfuerzos desplegados por el gobierno de los Estados Unidos.

Después de desarrollar esta segunda parte quedan claros los siguientes hechos:
  1. 1.   No hay tiempo para organizar políticamente a los movimientos políticos que han surgido en Nicaragua. Los plazos están en contra de la organización, no se cuenta con las fuerzas políticas para emprender las reformas constitucionales, inclusive no se tiene el tiempo necesario para elegir a los representantes que deberían estar al frente de la lucha política, y con los cuales se ha identificado la mayoría de la población que busca un cambio democrático real. Por tanto, es triste aceptar que deben plegarse a la oferta que “generosamente” le brinden los partidos políticos que se han ofrecido a brindarles sus casillas políticas.
  2. 2.   Como resultado de lo anterior, los partidos políticos PLC y CxL van a salir fortalecidos en la próxima contienda electoral, y no van a dejar que las ansiadas reformas a la Constitución y a la Ley Electoral recojan todos los cambios que la población democrática de Nicaragua, que se expresó en Abril de 2018, ansían para el cambio democrático en Nicaragua.
  3. 3.   Esta situación va a provocar un desgaste de 5 años en las fuerzas democráticas, lo cual puede traer como consecuencia que los esfuerzos se vuelvan nulos con el paso del tiempo.
  4. 4.   La única manera de alcanzar a mediano plazo un verdadero cambio democrático consiste en mantener una actitud de resiliencia, y desarrollar todo un plan estratégico para el cambio democrático, que articule acciones en el tiempo, de manera que estos próximos cinco años no pasen en vano.
  5. 5.   El FSLN tiene las posibilidades de volver a ganar las elecciones del 2021, ya que en este momento es 5 veces más fuerte que cualquiera de los partidos políticos opositores, y al menos un 10% más fuerte que cualquier alianza de partidos que se pueda presentar. Por tanto, una de las estrategias que el FSLN puede llegar a utilizar es desgastar a las fuerzas democráticas, para que se desalienten de participar en los futuros comicios, y así, los partidos contendientes no obtengan grandes cuotas electorales.


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